“Si la tarea de la pintura fuese ponernos ante los ojos el aire y la preciosa vastedad del espacio y de todo lo demás, más valdría ir a disfrutar directa y gratuitamente de todo ello”(Ernst Bloch)

viernes, 16 de diciembre de 2011

PROCESO CREATIVO



La bolsa que se encuentra en mi memoria

 

Mozart, en una carta en que describe su propio proceso creativo, distingue estas dos etapas con claridad: “cuando estoy solo conmigo mismo... mis ideas fluyen mejor y con más abundancia”. “Las que me gustan las recuerdo hasta que puedo preparar un buen plato con ellas; esto quiere decir ajustado a las reglas del contrapunto, a las peculiaridades de los distintos instrumentos, entre otros”. “Suponiendo que nada me distraiga el tema se va ensanchando, ordenando y definiendo en mi mente hasta que puedo verlo como un fino retrato o una bella estatua, de un golpe”. “Cuando procedo a escribir mis ideas, las saco de esta bolsa que se encuentra en mi memoria”.



En que te inspiras para pintar ??? ... fue la pregusta de un amigo al ver estupefacto mis primeras pinturas en oleo, lo que provoco mis risas pues nunca había pensado en que cosas provocaron mis primeros trazos, mis primeras mezclas de colores, en fin lo que posteriormente termino siendo mi primera serie en oleo; qué y cuando se produjo en mi mente esa interacción de cuestiones conscientes e inconscientes, que de una forma lenta fue saliendo al exterior.

Mucho tiempo después, sobre esta pregunta reflexione realmente, considerándola importante o mejor muy importante, pues en algún momento determinado necesite obtener una respuesta; ya las risas de aquel momento, se transformaron en introspección incesante descubriendo en el análisis, un sin fin de recovecos de los cuales no conocía su existencia. Los ojos claramente aparecieron decididos a marcarme el camino, que se iba descubriendo en cada pensamiento, sutiles ojos que dicen, que trasladan la energía de cada pincelada, son los verdaderos proyectores del alma, de la misma esencia de la vida. Ellos me dijeron muchas cosas mas, las guardo todas en la bolsa que tengo en mi memoria como decia Mozart, y  las sigo teniendo en cuenta en cada imagen que creo.

martes, 13 de diciembre de 2011

Fin del Mundo

Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
el fin del mundo diciembre 2012.    

domingo, 11 de diciembre de 2011

Sueños de Odilon

A.Iturburu // Homo Globo, 2012 Sueños de Odilon
Pintar es soñar (sobre Odilon Redon)
PINTAR ES SOÑAR

[Odilon Redon, Príncipe del Sueño. Grand Palais, París, hasta el 20 de junio. Después, entre el 7 de julio y el 16 de octubre, en el Museo Fabre, de Montpellier]

José Jiménez.-

No demasiado conocido del gran público, figura independiente y relativamente marginal en su momento, la importancia de la obra de Odilon Redon (1840-1916) no ha hecho sino acentuarse con el paso del tiempo. Aunque llegó a participar, en 1886, en la última exposición de los Impresionistas, Redon concebía su trabajo artístico en abierta oposición a lo que llamaba "imitación y naturalismo directos", entonces dominantes. Algunos manuales de historia del arte lo encuadran dentro de las corrientes "simbolistas", pero su obra va mucho más allá, y en su caso deberíamos hablar quizás de mentalismo: su obra plástica intenta dar libre expresión al universo interior de la mente. En ese sentido, Odilon Redon anticipa la gran revolución que conduce al arte moderno de la representación de lo externo a un modelo interior, como en su momento diría André Breton. Mucho antes que Breton, en 1913, Marcel Duchamp, que se encontraba en los inicios de la elaboración de su obra decisiva, El Gran Vidrio, declaró: "Si tuviera que decir cuál fue mi punto de partida, debería decir que fue el arte de Odilon Redon".
La magnífica exposición que se presenta ahora en París, de donde viajará a Montpellier, permite una revisión en profundidad de esta figura central de la modernidad artística. Se han reunido en ella unas 170 pinturas, pasteles, carboncillos y dibujos, un importante conjunto de sus series gráficas, e incluso se ha reproducido a escala original la decoración mural que, hacia el final de su vida, realizó por encargo de uno de sus mecenas.
En las raíces del trabajo de Odilon Redon se funden su identificación con la naturaleza, el evolucionismo de Darwin, las lecturas de Edgar Allan Poe, Baudelaire y Flaubert, junto a la obra de Rembrandt, Goya, Delacroix y la influencia directa de un gran maestro solitario del grabado Rodolphe Bresdin (1822-1855), de quien fue alumno y por quien siempre sintió una profunda admiración. A contracorriente del gusto dominante, Redon desarrollará su obra durante casi treinta años en el dominio del negro, que consideraba "el color más esencial". Dibujos al carboncillo y álbumes de litografías en los que va dando curso a toda una serie de imágenes que brotan directamente de su imaginación, de su mundo interior, lejos de todo "naturalismo": árboles, figuras híbridas, monstruos, ojos, cabezas, alas… imágenes flotantes en un mundo de ensueño. ¿A quién podría ocurrírsele, representar una araña con una intensa y expresiva sonrisa…, obviamente humana? ¿O una cabeza humana, a la vez planta, de la que salen agujas de cactus…?


A partir de 1890, Redon va poco a poco abriéndose hacia una utilización del color en su obra, que se hace plena e intensa ya en el comienzo del nuevo siglo, momento en el que en cambio abandona la litografía y el carboncillo. El empleo del color se pone en relación con su deseo de expandir la vida a través del arte. "Pintar", señala Redon, "es reconstituir o amplificar la vida". Visiones interiores, figuras legendarias, como Orfeo y muchas otras, o flores y conchas, fluyen en una obra cargada de enigmas, que nos habla de una realidad que está en otra parte, en el universo de la fantasía. Su gran amigo Stéphane Mallarmé, con quien sus planteamientos estéticos tienen tanto en común, le dijo en 1891: "Usted agita en nuestros silencios el plumaje del Sueño y de la Noche".

Y con ello tocamos un punto capital, la importancia que la visión interior tiene en la obra de Odilon Redon, anticipando en buena medida tanto la sensibilidad como no pocos motivos y cuestiones que desarrollaría después el Surrealismo. El punto de inflexión en su proceso creativo está, precisamente, marcado por la edición en 1879 de un álbum de diez litografías: En el sueño. Publicado mediante una suscripción privada, y con tan sólo 25 ejemplares, el álbum le dio una cierta notoriedad. El globo ocular flotante de una de sus planchas vuela, a través de toda una serie de variaciones y desplazamientos, hacia una figura andrógina y gigantesca que, desde sus hombros, parece brotar de la tierra: Los ojos cerrados (1890). Cerrados hacia fuera, los ojos se convierten así en el órgano de la mirada interior. Se ve hacia dentro, no hacia fuera. Una auténtica esfinge de los tiempos modernos.


No se pierdan esta muestra de ensueño, que recoge con amplitud la amplia gama de registros de este artista diferente, excepcional, en cuya obra brilla la precisión del detalle, de lo minucioso, de lo pequeño que habitualmente no advertimos. De forma consciente, Odilon Redon buscaba dejar hablar a lo inconsciente: "Todo se crea", escribió en 1898, "por la sumisión dócil a la llegada de lo inconsciente".

PUBLICADO EN: ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 996, 7 de mayo de 2011, pp. 28-29.
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viernes, 9 de diciembre de 2011

In this exhibition

In this exhibition, we present some of the work of the artist Adrian Iturburu, a sample that includes 15 pieces, each one carried out using a mixed media technique on canvas, between 2009 and 2010, and representing a part of his latest and most recent personal work.

It is an exhibition that aims to bring the observer close to a personal and irreverent poetic form, which embodies a unique vision and serves as a way to understand the synthesized process of life itself, the fusion and assimilation of modern civilization, industrialized society, art and politics.

A process of drawing close to that personal conceptual idea, which is translated to the realm of the senses and the pictorial experience, through drawings of intense color, and which attempt to drag us through an intense and profound reflection on our direct responsibility in all of the events of our lives.

The work critiques

The work critiques without a doubt the modern civilized world, excessively industrialized, which dissolves our identity and brings about our self-destruction every day. The intention is to bring us close to the primitive, expressing a rejection of modern civilization, and manifesting a desire to go back to that pre-industrial world, where there was a more intimate relationship with nature.

What seems like a human head, is disfigured with illusory images or irrational ones, with dehumanizing elements, acquiring an “astral form”, not divine, but previous to industrial civilization and reminding us of those ancient and primitive humans.


In this world that I attempt to create, a primitive and symbolic world, these elements represent for me everything that is spiritual, in clear opposition to the material objects of modern life that currently surround us and that we utilize.

For me the real world is the world beyond appearances. Behind the veil of illusion, appears the truth, but in the meantime we will continue our days in this fluctuating world, transitory and impermanent. That essence which is hidden to us, but on which our existence depends, is the very appreciation of the different components that make up our lives.

The transcendence of the spiritual captured in my work, in the floating sensation of these faces, in the detachment of a body that connects to the earth- in other words, with the idea of the materialist superficiality of the world in which we live, from that separation, reappear those primitive feelings that take us beyond the mask of illusion which covers us continuously.


To highlight that dreamlike sense of the supernatural in the subject of this work remains an interest for the subjective, the irrational. The mere appearance of the object is not what remains, but through it the supernatural is reached, which is connected to a special interest in the spiritual. In my paintings I don’t attempt to express the external world, but that of dreams and fantasies through allusions to symbols.

Painting is the mode to express my state of mind, emotions and ideas, as an individual, through the symbol or idea.